a) Remesas familiares.
“DE NOCHISTLAN, ZACATECAS A LOS ANGELES, CALIFORNIA” Cronica de una familia transnacional de tres generaciones.
En el sistema de balanza de pagos, las remesas familiares son una forma de
transferencia de recursos que las personas residentes en el extranjero envían a sus
familiares en sus países de origen y que suministran de forma gratuita. Esta variable
es parte de los bienes y servicios y activos financieros que se transfieren sin
contrapartida, como los alimentos y las medicinas que se suministran gratuitamente
a zonas devastadas por fenómenos naturales. De ahí la importancia de esta variable
en la balanza de pagos y en el sistema de cuentas nacionales del país compilador.
(Seminario Internacional sobre Transferencia y Uso de Remesas: “Proyectos
Productivos y de Ahorro”, Ciudad de Zacatecas, México; 3-5 de octubre de 2001).
Uno de los objetivos por los que se decidió emigrar al Norte fue principalmente una
deuda de 5,000 pesos que tenía el papá de mi abuelo. Además de las constantes
crisis económicas por las que frecuentemente atravesaban, el papá de mi abuelo
tenía el vicio de jugar a la baraja. En su mayoría de los casos, terminaba perdiendo
lo poquito que sacaba de sus ventas de huevo, manteca y puerco que realizaba en
la ciudad de Aguascalientes, al grado de llegar a empeñar el rancho donde vivían:
un lugar que la familia conocía como “El Potrero”.
Se mandó dinero para pagar esa deuda. También se mandaba dinero para comprar
ropa y cosas que eran necesarias para alimentarse. Se mandaba dinero igualmente
para comprar puercos para engordarlos y después matarlos para vender la carne y
manteca en Aguascalientes. No sólo se utilizaban las remesas para alimentos:
también se reinvertía un poquito también en la agricultura. Por ejemplo, se
compraba la semilla y lo necesario para la siembra de su parcela agrícola que tenían
a un costado de “El Potrero”. Se mandaba recursos para apoyar también la salud
de sus papás, como los gastos de doctor y sus medicinas. En aquel tiempo, había
que trasladarse a Nochistlán a recoger lo que se les mandaba. Muchas veces, a
través de amigos o personas que regresaban de Los Angeles a su tierra. Así que el
envío de remesas a la familia era muy complicado y difícil. Había que esperar un
largo tiempo para lograr que la familia recibiera alguna remesa que se les hacía
desde Los Angeles.
Por Julian Macias Duran