MOVIMIENTO DEMOCRATICO DEL MAGISTERIO ZACATECANO ( MDMZ) Parte 11 de 11
Por Genaro Ruiz Flores Duenas.
“DE NOCHISTLAN, ZACATECAS A LOS ANGELES, CALIFORNIA” Cronica de una familia transnacional de tres generaciones.
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Estamos avanzando con dificultades, pero lo hacemos decididamente, aun cuando
intereses e injerencias ajenas al magisterio, así como algunas resistencias internas,
han intentado vulnerar nuestro avance hacia la unidad en la diversidad.
Para un Sindicato como el nuestro, estar en transformación es parte de su acción
presente y futura; de esta manera, la democracia es dinamismo y participación
cotidiana.
Ante la proximidad de la realización del XV Congreso Extraordinario de la Sección
34, los firmantes integrantes del Comité Ejecutivo Seccional acordamos fortalecer
la vida democrática, la autonomía de nuestro sindicato y el respeto para la norma
estatutaria vigente.
Para ello, convenimos establecer reglas que, en la práctica sindical, favorezcan el
acuerdo y eviten el conflicto; porque el respeto al acuerdo mutuo es también
fundamento de legitimidad en la convivencia plural.
Realizaremos un Congreso Seccional transparente, democrático, plural y
participativo en todo su proceso; en la publicación de la convocatoria y el calendario
de asambleas delegacionales; en la elección de delegados efectivos que se
realizará por medio del voto nominal y secreto, bajo los términos del Artículo 62 del
Reglamento General de Asambleas; en los trabajos propios del Congreso y en la
elección del nuevo Comité Ejecutivo Seccional, que habrá de reflejar la presencia
política de cada expresión o corriente sindical y donde la pluralidad sea la base de
su composición real; un Comité Ejecutivo Seccional auténticamente representativo
que garantice la presencia de las diferentes expresiones, así como el respeto que
mutuamente se merecen los actores sindicales y que se expresa en el trabajo del
consenso, la representatividad y libertad de opinión.
Como se podrá apreciar por el espíritu del documento, parece que hubiera sido
redactado por alguien ajeno al Comité Ejecutivo de la Sección 34; pero, conformes
con ello, nuestra fracción lo suscribió también. Nos encontrábamos ya en la recta
final y estimamos que lo prudente era evitar nuevas fricciones. Quisimos, creyendo
que esto era una aspiración general, aprovechar las condiciones inéditas ahora a
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nuestro alcance. Con este estado de cosas, se llegó el día de apertura del
multicitado XV Congreso Extraordinario, conforme a la base quinta de la
Convocatoria respectiva, bajo la presidencia del profesor Tomás Vásquez Vigil6,
representante del CEN del SNTE para tal efecto.
Los trabajos fueron transcurriendo sin novedad, hasta que se llegó al inciso k) del
Orden del Día, que era la Elección del Comité Ejecutivo Seccional. Nuestro
optimismo estaba a tope: todo indicaba que el candidato del MDMZ, Francisco G.
Gómez Puc, iba a barrer, como lo hizo con su discurso promocional, frente al
candidato institucional. A punto de llegar al momento de la elección, Pedro
Guadalupe López y Macías, el candidato oficial, estaba tan nervioso que inclusive,
como desorientado, fue a sentarse a mi lado entre los democráticos… Fue en este
preciso momento cuando afloró de nuevo la perfidia de la camarilla que manejaba
el Comité Ejecutivo Nacional, pues para sorpresa de todos —y creo que hasta del
propio Tomás Vázquez Vigil— se presentó el profesor Jesús Sarabia Ordóñez con
oficio de comisión para presidir el desarrollo del inciso k): la votación, precisamente.
Posesionado de su encargo, Sarabia Ordóñez declaró, con un ofensivo tono de
sarcasmo, que para la votación no había alianzas, que sólo había de dos sopas
(sic): institucionales y democráticos. Se procedió a la votación, con el resultado
inducido por la advertencia hecha por el presidente de relevo. Las cosas quedaron
como eran antes del intenso trabajo de proselitismo que realizamos en el estado:
volvimos a perder dos a uno.
Pero con el fin de conjurar cualquier brote de inconformidad o alguna manifestación
hostil, como ocurrió después del referendum, oficial y graciosamente se ofreció para
los democráticos algunos espacios en el nuevo comité. Nos reunimos de nuevo para
discutir y destacar a los compañeros para esos espacios. Fue durante estas pláticas
que nuevamente salió a colación mi nombre, cuando un maestro de Loreto y otro
de Noria de Ángeles hicieron saber la determinación de sus representados en el
6 El profesor Tomás Vázquez Vigil es originario, al igual que el profesor Manuel Lares del Toro, del estado de Jalisco.
Curiosamente, resulta que son compadres.
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sentido de que estaban dispuestos a seguir con el Movimiento, siempre y cuando
no participáramos Gómez Puc y yo en el nuevo comité.
En lo personal no me molestó su postura, porque me dio oportunidad de recordarles
que, así como lo había manifestado en mayo de 1989, no pensaba hacer carrera en
la política sindical, que lo que importaba era que se nombrara a quien sí tuviera
capacidad y buena disposición. Así se hizo y así concluyó nuestra participación en
el XV Congreso Extraordinario: sin novedad en el frente.
Nos despedimos del Movimiento en una reunión (¡otra reunión…!) que realizamos
en el teatro de la Escuela Preparatoria de la UAZ, en el edificio que fuera recinto del
Instituto de Ciencias de Zacatecas.
Ya de salida, supimos que Vázquez Vigil, el “presidente del Congreso destituido”,
se encontraba en su hotel, situado en el bulevar Zacatecas-Guadalupe, y quisimos
despedirnos de él. Lo encontramos rumiando el coraje7 que le hicieron pasar,
mitigándolo con algunos tragos. En la breve charla que tuvimos nos invitó (a Gómez
Puc y a mí) a que formáramos parte de su equipo de trabajo. En lo personal me
ofreció que me incorporara al Consejo Técnico del SNTE en la ciudad de México,
algo que respetuosamente decliné. Creo que mi compañero sí aceptó convertirse
en “apagafuegos”.
El Movimiento Democrático del Magisterio Zacatecano, en ésta su primera etapa de
la que he hecho remembranza, quizá no tuvo la contundencia que nuestro
optimismo de un principio nos hizo creer que lograría. El paso de los años nos fue
demostrando lo difícil que siguió siendo deshacer las estructuras anquilosadas.
Pero creo que también de parte de la tendencia democratizadora ha existido el gran
error de politizar partidariamente sus acciones, cuando uno de los ejes del MDMZ,
según lo entendimos siempre, era respetar la filiación política de todos y cada uno
de sus participantes al margen del Movimiento porque sabemos por experiencia que
en un país como el nuestro, según la muy especial cultura política imperante,
quiérase o no, que los planes de orientación social pierden su efecto una y otra vez,
7 De cualquier modo se le quitó con seguridad ese coraje porque tiempo después, con el apoyo del SNTE, llegó a senador de
la República. ¡Nomás!
mientras sean contaminados por las posiciones políticas y los intereses personales;
ya no digamos por el cultivo de la intriga o el infundio, porque eso ya es politiquería.
Lamentablemente para algunos democráticos, la lucha siguió sintetizándose en un
vulgar “quítate tú para ponerme yo”, movidos por la falsa creencia de que una vez
en el puesto se puede cultivar el influyentismo en provecho propio y buscar
colocaciones como cualquier “tránsfuga del gis”.
Pero lo realizado —poco o mucho— por el primordial Movimiento quedó ahí. Su
mejor logro fue que los maestros entendieran, por fin, que el Sindicato no debe ser
una organización para solapar el incumplimiento ni la irresponsabilidad de los
trabajadores, sino para orientar las acciones hacia la superación personal y el
mejoramiento profesional, que no es patrimonio de camarilla alguna con ansias de
poder. De ahí que desde entonces se ha tomado más en cuenta la aplicación del
escalafón con miras a las promociones en plazas y estímulos para los trabajadores.
Estamos conscientes, asimismo, de que la creación de un comité paralelo no es la
solución, porque eso, quiérase o no, debilita al trabajador y favorece al patrón.
El mejor logro del MDMZ, amable lector, es que ayudó a perder el temor a actuar.
Se aprendió que hay que ir contra favoritismos y compadrazgos. Se entendió, de
una vez por todas, que no hay nada mejor que dar impulso a las causas justas, sin
pena ni arrepentimiento. Lo sostengo porque todavía lo recuerdo, y lo recuerdo
porque yo estuve ahí.
Loreto, Zac., otoño de 2019.
Por Genaro Ruíz Flores Dueñas